La práctica de la atención consciente o mindfulness te brinda es una oportunidad para para practicar la gratitud. Realmente si estas atento al total de tu experiencia es posible darte cuenta de cuantas cosas te ofrece la vida en este mismo momento, incluso si estas en un situación difícil o dolorosa. Muchas veces nuestra tendencia es enfocarnos en un solo lado de nuestra experiencia, por ejemplo focalizar en lo difícil o desagradable, perdiendo de vista que al mismo tiempo hay otros elementos de nuestras experiencia que son agradables y placentero. Recordemos también que la gratitud no solo se refiere a aquellas cosas agradables o placenteras.
Me sorprende escucharme y escuchar a mucha gente como a veces un experiencia que en su momento fue conflictiva y difícil, luego vista con perspectiva y tiempo la miramos con gratitud, ya que fueron oportunidades de crecer y de sabiduría. Nos brindaron un aprendizaje que no sospechamos en el momento de ocurrencia.
El vivir con el “piloto automático”, no saber apreciar lo que nos ofrece la vida, se desmorona al introducir la gratitud de forma consciente y sistemática en nuestro repertorio diario de actividades. El hecho de agradecer desmonta de inmediato la falsa realidad de la evidencia y la focalización automática en aspectos más negativos, porque agradecer implica reconocer lo positivo presente en nuestras vidas. Reconocer solo resulta posible prestando atención y, como he explicado antes, las cosas solo hacen su entrada en nuestra realidad cuando se les presta atención.
La gratitud está estrechamente relacionada con nuestra capacidad de estar presentes y apreciar lo que tenemos ahora en lugar de preocuparnos por lo que no tenemos o lo que nos gustaría conseguir.
Alguien dijo que si todo el mundo adoptase una actitud de agradecimiento, nuestro sistema económico se colapsaría en poco tiempo. El consumo, como sabemos todos, es el motor de la economía actual y son precisamente el descontento y el inconformismo crónicos los que nos impulsan a consumir de manera compulsiva.
Mindfulness o la atención plena es el punto de partida para la gratitud. Por tanto, una persona agradecida es una persona consciente. Mindfulness o la atención plena de gratitud nos brinda una sensación de estar más plenamente vivo, más sensibles a todo lo que nos rodea.
Con la práctica se puede desarrollar la gratitud de la misma manera que con cualquier habilidad, como la cocina o el aprendizaje de un instrumento. Cuanto más practiques, más fácil surge la actitud de gratitud. Cuanto más practicas es más facil cultivar una actitud de gratitud y encuentras más cosas para agradecer. Cuando comienzas a notar o darte cuenta más se fortalece atención consciente o mindfulness.
Incluso en los días que te sientes frustrado, mira si puedes trabajar con la gratitud...
Un ejercicio de mindfulness para ayudarte a empezar a cultivar gratitud:
Piensa en algo que aún no te sientes agradecido. Tal vez te siente resentido hacia algo o desgraciado por tu trabajo, o una relación particular o de tener que viajar al trabajo. Ahora piensa en todas las cosas buenas sobre esa cosa en particular. Date un par de minutos y anímate a ti mismo de encontrar la mayor cantidad de cosas buenas que sean posible.
Por ejemplo, si tienes un largo viaje al trabajo en el coche, te podrías sentir agradecido de poder permitirte un coche, que tienes un trabajo, que tienes capacidad para conducir, que tienes algo de tiempo para estar contigo mismo conduciendo, o escuchando la radio. Piensa en tantos aspectos positivos a los cuales estas agradecido. Trata de enumerar al menos diez cosas.