.....Mi principal campo de indagación ha sido explorar la diferencia entre el sufrimiento ineludible, que surge como consecuencia natural de tener un cuerpo que enfermará y envejecerá, y el sufrimiento más punzante de reaccionar ante este hecho. Este nivel secundario de sufrimiento - o bien intentando ahuyentar la experiencias desagradables, o bien buscando ciegamente aferrarnos a las agradables – ¿es éste la raíz del desasosiego y de la infelicidad, del descontento que tan a menudo sentimos? ¿Cómo transformamos esta inercia automática y reactiva para crear en su lugar una sensación de espacio y de poder elegir en cada momento, al margen de nuestras circunstancias? ¿Es esto lo esencial de la vida espiritual? ¿Es esto la clave de la libertad? Leer el articulo