¿Es el dolor una sensación o una emoción? Los antiguos griegos consideraban el dolor como una pasión, una emoción más que una sensación como el tacto o el olfato. Durante la Edad Oscura en Europa, el dolor fue visto como un castigo por los pecados, una experiencia espiritual y emocional aliviada a través de oraciones en lugar de prescripciones.
Si bien los opioides ayudan a muchos pacientes con dolor agudo debido a lesiones, cirugías o afecciones como el cáncer, mirando hacia atrás está claro que el uso de opioides para tratar el dolor crónico (dolores de espalda, rodillas y similares) podría considerarse el peor error médico de nuestra era.
En el siglo XIX, la secularización de la sociedad occidental condujo a la secularización del dolor. Ya no era una pasión que soportar, sino una sensación para ser sofocada.
Quizás la herramienta más importante que necesitan los médicos para controlar el dolor es la empatía.
Si el dolor crónico es tanto una emoción como una sensación, es poco probable que se maneje con éxito sin compasión. Un estudio de médicos en España realizado en 2017 descubrió que aquellos pacientes cuyos pacientes los calificaban de empáticos eran más efectivos para aliviar el dolor de sus pacientes. La terapia física que no solo manipula las articulaciones, sino que también aborda el contexto en el que el dolor cobra vida, fomenta el optimismo y aumenta la capacidad de recuperación de la capacidad emocional.
Articulo original en ingles: https://www.nytimes.com/2019/03/16/opinion/sunday/pain-opioids.html?action=click&module=Opinion&pgtype=Homepage&fbclid=IwAR1Weu_qlSK3aCy8lRKQKcBlS4fq2vMPdNvK-p6jKug0FC2zg70eC14KNXE&login=smartlock&auth=login-smartlock