La mejor práctica médica es que las personas con historia de depresión tomen antidepresivos durante dos años-pero la terapia cognitiva puede ser igualmente efectiva.
De acuerdo a un estudio, la terapia cognitiva basada en mindfulness es tan buena como las pastillas para prevenir la recurrencia después que una persona se está recuperando de episodios de depresión mayor.
La terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT según sus siglas en inglés) fue desarrollada a partir de técnicas de mindfulness, que anima a los individuos a prestar más atención al momento presente, combinadas con terapia cognitivo conductual (CBT según sus siglas en inglés), específicamente para tratar de ayudar a personas que padecen depresión recurrente.
Enseña a las personas a reconocer que los pensamientos y sentimientos negativos regresarán, pero que ellos se pueden desenganchar de esos. En lugar de estar preocupándose constantemente sobre ellos, las personas pueden hacerse conscientes de ellos, entenderlos y aceptarlos, y evitar ser arrastrados en una espiral que les conduce de vuelta a la depresión.
La mejor práctica actual, recomendada por NICE (el Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Cuidados), es animar a las personas con historia de depresión recurrente a permanecer tomando antidepresivos por al menos dos años.
Sin embargo, algunas personas son muy resistentes a seguir tomando pastillas, mientras otras encuentran que su depresión regresa cuando finalmente dejar de tomar las pastillas.
El estudio publicado en The Lancet, una revista médica, involucró a un grupo de 424 adultos de consultorios de médicos de familia en el sudoeste de Inglaterra, que estaban dispuestos a probar lo mismo las pastillas que la terapia. La mitad fue aleatoriamente asignada a cada grupo. Aquellos asignados a mindfulness tuvieron ocho sesiones grupales de más de dos horas además de práctica diaria en casa y la opción de cuatro sesiones de seguimiento durante un año. El curso comprendió entrenamiento en mindfulness, discusiones de grupo y ejercicios cognitivo conductuales. Los pacientes gradualmente fueron dejando la medicación. Aquellos asignados al otro grupo se mantuvieron tomando las pastillas durante 2 años.
Las tasas de recaída en los dos grupos fueron similares, con 44% en el grupo de mindfulness y 47% en el de las pastillas. En cada grupo hubo cinco eventos adversos, incluyendo dos fallecimientos.
Los investigadores habían pensado que el estudio podría demostrar que la terapia era más efectiva que las píldoras, basados en su trabajo previo. El autor principal Willem Kuyken, un profesor de psicología clínica en la Universidad de Oxford dijo: “Esa era nuestra hipótesis. Estaba basada en nuestro estudio piloto en 2008. Hubo una sugerencia de que MBCT podría funcionar mejor que la medicación. La realidad es que no fue superior a la medicación”.
Sin embargo, ellos establecieron que la terapia basada en mindfulness es igualmente tan buena como las pastillas, lo cual puede ofrecer una nueva opción para aquellos que no quieren permanecer tomando medicación por años. Co-autor Prof. Richard Byng de las Escuelas de Medicina y Odontología Península de la Universidad de Plymouth, dijo: “Actualmente la terapia de mantenimiento con antidepresivos es el tratamiento clave para prevenir la recaída, reduciendo la probabilidad de recaída o recurrencia hasta dos tercios cuando se toma correctamente”.
“Sin embargo, hay personas que, por un número de razones diferentes, son incapaces de mantenerse en un tratamiento de medicación para la depresión. Más aún, muchas personas no desean seguir tomando medicación por períodos indefinidos, o no pueden tolerar sus efectos colaterales”.
Nigel Reed, de Sidmouth, Devon, quien tomó parte en el estudio, dijo: “Mindfulness me brinda un conjunto de habilidades que yo uso para mantenerme bien a largo plazo. En lugar de depender del uso continuado de antidepresivos, mindfulness me pone a cargo, permitiéndome tomar control de mi propio futuro, darme cuenta de cuando estoy en riesgo y hacer los cambios que necesito para estar bien”.
El estudio también mostró que la terapia puede funcionar mejor que las pastillas para aquellos que tienen las historias más complicadas y se encuentran a un riesgo más elevado de recaída. Se encontró que ha protegido a personas con mayor riesgo debido a un pasado de abuso durante la niñez. El estudio dijo: “Quizá MBCT confiere resiliencia en este grupo de alto riesgo, porque los pacientes aprenden habilidades que abordan algunos de los mecanismos subyacentes de recaída o recurrencia”.
Kuyken dijo que él esperaba que NICE mire el estudio cuando se reúna en breve para revisar sus guías clínicas sobre depresión recurrente.
En un comentario con el estudio en The Lancet, Prof. Roger Mulder, de la Universidad de Otago en Nueva Zelandia, dijo que los hallazgos tienen un significado substancial. Él sugirió que porque es terapia de grupo, lo cual reduce los costos involucrados, puede ser posible ofrecer MBCT como una opción para los pacientes de médico de familia. Él dijo: “Nosotros…tenemos un nuevo tratamiento prometedor que es razonablemente costo-efectivo y aplicable a un gran grupo de pacientes con depresión recurrente”.
“La depresión persiste como una condición incapacitante con una alta prevalencia y una gran carga clínica. A pesar del incremento en el uso de medicación, el resultado a largo plazo de los trastornos del humor, no ha mejorado en la era moderna. Tener una estrategia alternativa no relacionada con la medicación para reducir la recaída es un medio importante para ayudar a los pacientes con depresión”.
Tomado de The Guardian, 21 abril 2015. (Sarah Boseley es la autora)
Enlace al estudio original: http://www.theguardian.com/society/2015/apr/21/mindfulness-based-cognitive-therapy-treatment-chronic-depression-antidepressants
Traducción: Lauren Bardisa Ezcurra