Empieza el año, tenemos las mejores intenciones de mejorar nuestra vida, de darnos una nueva oportunidad de empezar de cero, de adoptar hábitos saludables como la meditación.
Establecer una práctica de meditación cotidiana no siempre es fácil. Sabes los beneficios, los has sentido, sabes que con 15 o 20 minutos bastaría y sin embargo…
Tenemos 5 consejos para ti:
1 Haz un plan para tu práctica siendo realista. Más vale una idea general, que perderte en los detalles. Por ejemplo: este año empezaré meditando 1 minuto al día, e ir aumentando el tiempo hasta llegar a los 35 minutos. No estás entrando en detalles de cómo irás aumentando minutos o que tipo de meditación harás cada día.
2 Si encuentras una emoción conectada como tu objetivo: “quiero sentirme tan feliz como en el retiro de abril”, motivarte será más sencillo.
3 Ponte micro-objetivos. Es mejor que empieces con 3 minutos cada día de meditación, que intentar 40 y sentirte agobiado cuando no lo logras.
4 Es mejor si tu “micro-objetivo” lo relacionas con algo que ya es una rutina en tu vida. Meditar antes o después de la ducha o mientras esperas a que esté lista la comida, por ejemplo.
5 Encuentra un grupo de personas que compartan tu deseo de convertir la meditación en un hábito. Puedes compartir tu experiencia, dificultades, logros, puntos de vista distintos, ideas que nunca hubieras imaginado. Un grupo de práctica es también una conexión emocional y una forma de ampliar tu experiencia.
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