Día 18 de los 21 días de gratitud (ir a la bitácora de todos los días)
Desde Sevilla, Beni Holguín, nos cuenta su experiencia de agradecimiento al descanso. Al descanso de verdad, el descanso de ser y no de hacer.
Imagina una gran ciudad, está amaneciendo, en un ático en lo alto de una casa antigua alguien duerme plácidamente, una dulce y tranquila melodía comienza a sonar en el despertador, comienza un nuevo día.
Cada día tenemos infinitas posibilidades de crear nuestra historia, hace unos años cuando vivía en un ático, cada amanecer indicaba alta velocidad, vivir al límite, hacer el máximo en el menor tiempo posible, trabajaba en una multinacional alemana líder en robótica para la industria alimentaria, farmacéutica y química, me encargaba de instalar y reparar máquinas inteligentes.
Así comenzaba, con un salto de la cama, café expreso doble y cigarrillo mientras miraba el correo electrónico y la PDA, un dispositivo móvil conectado con la central donde me llegaba el trabajo asignado según el nivel de urgencia, ¿cuánto durará la jornada laboral hoy? ¿8, 10,14 o 16 horas? bueno, no soy el único, mis compañer@s también están así, tengo mucha suerte de tener empleo con la que está cayendo, ya descansare……
¿Descansar? Para mí las vacaciones estaban llenas de cosas por hacer, excesos agradables aunque nada saludables para sentirme satisfecho con la vida que estaba llevando.
Un día llegue al máximo, algo en mí se rompió, bueno mejor dicho todo se rompió, tanto mi mundo interior como el exterior, empecé a caer hacia lo más profundo que jamás había experimentado.
Un viaje que me lleva a contar esta historia, un cambio en lo que ahora representa para mí el significado del descanso.
Cuando descanso es estar sin hacer nada, solo sentarme en algún lugar y observar el constante cambio de la experiencia, tanto interna como externa, sentir lo que está pasando con los 5 sentidos, la mente y la intuición.
Agradezco al descanso:
- Clarificar mi mente y disponer de una visión más amplia de lo que realmente es importante.
- Parar, soltar, confiar en mi naturaleza humana y en los procesos que realiza mi cuerpo para mantenerme con vida y poder cuidarme.
- Cerrar los ojos, reposar en la gravedad, observar la belleza de una respiración y como esta acaricia mi cuerpo, dormir.
- Que me pueda sentir tranquilo, que este cuidado, que pueda estar en paz y feliz conmigo mismo.
¿Y tú, que agradeces al descanso?
No esperes al final de tu vida, cuando la muerte llegue y que alguien diga DEP (que descanses en paz) en tu nombre.
Se puede descansar en paz en vida.
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Entrevista a Carl Honoré