Práctica: presta atención a los árboles

Practica

La conciencia de nuestra continua relación de interrespiración con árboles y plantas verdes pueden brindarnos una conciencia vívida de nuestra interconexión con todos los seres. A menos que seamos un botánico o un especialista en árboles, es fácil dejar de notar a estos omnipresentes compañeros beneficiosos.
Si un ser vivo no atrapa nuestra atención siendo ruidoso, moviéndose todo el tiempo, pareciendo a nuestros ojos sufrido, o siendo peligroso, dejamos de notarlo. Si los árboles desaparecieran, lo notaríamos rápidamente, porque nos acaloraríamos excesivamente, nos enfermaríamos y moriríamos. Un árbol joven brinda el efecto refrescante de diez aires acondicionados del tamaño de una habitación. Los árboles trabajan con nosotros, tomando el dióxido de carbono que exhalamos y liberando oxígeno. Un acre de árboles produce cuatro toneladas de oxígeno por año, lo suficiente para mantener a dieciocho personas respirando felizmente.
Una serie de estudios han demostrado que ver ambientes naturales que tienen árboles sólo durante tres minutos, o incluso Observar imágenes de árboles, puede bajar la presión sanguinea, Relajar la tensión muscular, bajar los niveles de miedo y enfado, reducir el dolor, aliviar el estrés y disminuir el tiempo de recuperación después de una cirugía.

Los humanos evolucionamos durante doscientos mil años en estrecha asociación con plantas y árboles.
Sólo en las últimas décadas la mayoría de la gente ha estado viviendo, trabajando, trasladándose de hecho, pasando el día entero en cajas selladas. Sufrimos cuando perdemos nuestra conexión con las capacidades de nutrición y de sanación de la naturaleza.
Cuando nos paramos a observar nuestro entorno y las plantas podemos comenzar a sorprendernos: ";Ah, qué enorme arbusto de bayas rojas!", ";Ay, nunca había visto un prado tan grande de flores blancas!" entondes podemos tener la experiencia interior de estar entre amigos hospitalarios.

Nunca estamos sólos, siempre estamos en presencia de seres cuya mera existencia nos pueden dar alegría.

Esta práctica, abrir nuestra conciencia a todos los seres vivos que nos rodean, puede ser un antídoto para la penetrante sensación de soledad que nos invade a tantos. Incluso en la ciudad hay animales, pájaros, plantas e insectos a nuestro alrededor.
Dentro de nuestro cuerpo hay miles de millones de seres vivos, la mayoría de ellos beneficiosos. Su vida está entrelazada con la nuestra, y ellos son necesarios para nuestra salud y nosotros para la de ellos. Cuando nuestra mente se encierra en las preocupaciones del "yo, mí, mío", creamos soledad. Cuando abrimos el corazón a la conciencia de todos esos seres con los que estamos conectados, nuestra soledad desaparece.

Práctica de Mindfulness

Durante esta semana toma conciencia de los árboles que te rodean. Hay muchos aspectos a los que puedes prestar atención, por ejemplo, sus diferentes formas (redondeadas o delgadas, nítidas o confusas), sus diferentes alturas, la forma de las ramas, y los colores y tipos de follaje. No dejes que la mente comience a analizar;
sólo toma nota y aprecia a los árboles. (Si vives en una zona sin árboles, puedes prestar atención a los cactus, a los arbustos, o a los pastizales).
Un buen momento para prestar atención a los árboles es cuando conduces o caminas, o cuando miras por la ventanilla. Si tienes oportunidad, camina entre los árboles por un parque, un bosque, o una calle arbolada. Mira las hojas y la corteza de cerca. Toma conciencia de que los árboles están respirando. Lo que exhalan (oxígeno), nosotros inhalamos. Lo que exhalamos (dióxido de carbono), ellos inhalan. Incluso podrías abrazarlos y darles las gracias.