La impaciencia es un aspecto de la aversión o rechazo, uno de los tres venenos descritos en el budismo (los otros dos son la avidez y la ignorancia fantasiosa). La noción de que es un "veneno" basa en que estas tres caracteristicas pueden literalmente enfermarnos física y mentalmente. El término aversión refiere a nuestra creencia errónea de que, si pudiéramos deshacernos de algo o de alguien, seríamos felices.
Si pudiéramos dejar este trabajo, o encontrar un compañero que nos ame más, si todos los criminales fueran puestos en prisión, si pudiéramos deshacernos de todos los terroristas, o de todos los inmigrantes, si pudiéramos deshacernos de la gente impaciente, entonces, el mundo sería un buen lugar para vivir. La impaciencia es una de las formas más leves de la aversión.
Cuando la mente grita impaciencia o el cuerpo la delata, puede ser útil preguntar a la mente: "Tenemos prisa para terminar con esto, ¿para hacer qué?" Típicamente la mente dice:
"Así podemos pasar a otra cosa que tenemos que hacer." Luego repites la pregunta: "Así que queremos terminar con esto para pasar a otra cosa, ¿para hacer qué?" Con cada respuesta, sigue preguntando: "¿Y luego qué?"
Verás que la mente siempre tiene prisa para llegar al final de esta hora, de este día, y por extensión lógica, el final de esta semana, el final de este año... y... ¿el final de la vida? Cuando nos apuramos, tenemos que recordar que, en última instancia, estamos corriendo hacia el final de la vida
¿Es eso lo que realmente queremos?
También corremos para terminar con tareas que nos resultan aburridas o tediosas, como lavar los platos, así podemos pasar a las cosas que consideramos interesantes o relajantes, como comprar algo online o mirar un video. Cuando aprendemos a estar presentes momento a momento en todos los aspectos de la vida, las actividades en que estamos acelerados por terminar se vuelven interesantes. Cuando la mente no esta tirando de la correa para empujarnos al futuro, entonces, esas actividades tambien pueden ser relajantes.
La impaciencia es una forma de enojo, y debajo del enojo/ aversión siempre hay miedo. Si puedes nombrar el miedo, comienzas a disolver el enojo.
Pregunta: ¿Cuál es el miedo debajo de la impaciencia?
Es miedo de no tener suficiente tiempo. Este es un miedo realista y no realista a la vez. Es realista porque nunca sabemos cuándo terminará la vida, y hay muchas cosas que queremos hacer y experimentar antes de morir. Al mismo tiempo, el miedo de no tener suficiente tiempo no es realista porque el tiempo es una creación de la mente. Cuando podemos aquietar la mente, entrar en la conciencia pura y coincidir con el fluir de los acontecimientos, el tiempo desaparece. La tranquilidad de lo eterno se abre, y estamos en paz.
Práctica de Mindfulness
Toma conciencia de la impaciencia que surge durante el día. Sé consciente de las señales en el cuerpo (el repicar de los dedos) y el diálogo mental ("¡Date prisa!")
que acompañan a la impaciencia. Pregúntate: "Por qué estoy acelerado? ¿Adónde me apuro en llegar?" Mira qué respuestas surgen.
Para ayudarte en este proceso de tomar consciencia, puedes colocar notas que te digan: registra la impaciencia , especialmente en lugares donde sabes que es probable que surja la impaciencia.