Jon Kabat-Zinn ha visitado España y he seguido con interés sus conferencias en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Barcelona. Como director de Respira Vida Breathworks y co-fundador de la Asociación para el dialogo de la Meditación y la Ciencia, he tenido el honor y la oportunidad de tener una comida con él en Zaragoza. Ese mismo día tuvimos una reunión para 50 investigadores de toda España organizada por la Universidad de Zaragoza. Siento un profundo agradecimiento a este hombre, que más que nadie ha sabido introducir en el mundo occidental algo que, hasta no hace mucho, solo estaba reservado para quienes seguían el camino budista.
Hace aproximadamente 40 años comenzó a aplicar programas de mindfulness en hospitales y clínicas de EEUU. ¿Con qué propósito? Ayudar a las personas a reducir su estrés y a cambiar su relación con el dolor o las situaciones difíciles; a mejorar su calidad de vida.
¿Pero qué es mindfulness? Esta palabra identifica una cualidad o un estado mental y también denomina a la técnica que te permite desarrollar esa cualidad o estado mental. La práctica de la meditación es el contexto ideal para cultivar esta cualidad pero no la única. Se puede cultivar mindfulness mientras friegas los platos, caminas o interactúas con otra persona. Porque no se trata de hacer algo en especial sino de observar “cómo te relacionas con lo que haces”. Tiene que ver con prestar atención a tu experiencia (sensaciones corporales, como la respiración, pensamientos y sentimientos) en el momento presente con aceptación y curiosidad.
No se trata de hacer algo en especial sino “cómo te relacionas con lo que haces”. Este aparente sencillo cambio de “cómo” estamos ante el fluir de nuestra experiencia tiene un profundo y esperanzador efecto en nuestra mente y corazón, en nuestra capacidad de salir del piloto automático, en cambiar hábitos poco saludables, mejorar nuestro bienestar y sentirnos con mayor iniciativa.
Dichos efectos hoy en día han sido medidos y están avalados por innumerables evidencias científicas, especialmente con todas aquellas imágenes obtenidas del escaneo del cerebro. En ellas se pueden observar diferencias notables entre las personas que practican mindfulness y las que no lo hacen. Hoy en día el término neuroplasticidad es bastante conocido, con él se designa la tremenda capacidad de cambio que tiene nuestro cerebro y cómo este cambio se puede estimular en una dirección que nos ayuda desarrollar lo mejor de uno mismo. Esta cualidad supone que la forma del cerebro y cómo se conectan las neuronas pueden cambiar. En la práctica significa que lo que pensamos y cómo pensamos modifica orgánicamente nuestro cerebro. La práctica de la meditación mindfulness ha mostrado tener un efecto importante en esta cualidad del cerebro. Parece ser que fortalece aquellas partes del cerebro asociadas a las emociones positivas, la creatividad, y la sabiduría. Hay cierto grupo de neuronas que se activan cuando meditamos; y no solo eso, sino que aumentan su conectividad, fortaleciendo estas redes neuronales, robusteciéndolas y esto nos hace más propensos a experimentar más estados mentales positivos y de felicidad, menos propensos a centrarnos en los defectos o en el “vaso medio vacío”. Este proceso es importante en el ser humano ya que por nuestra evolución genética e instinto de supervivencia tenemos un “sesgo hacia lo negativo”. Es decir, nuestra mente actúa como un radar muy preciso para detectar cualquier cosa o experiencia negativa subordinando o ignorando las experiencias positivas. El neurocientífico Rick Hanson dice que nuestra mente actúa como un velcro para la experiencias negativas y como un teflón para las experiencias positivas o agradables. Si mantenemos activa esta red por defecto a largo plazo, puede tener efectos devastadores en nuestra salud (estrés, enfermedades coronarias, ansiedad, etc.) y en cómo percibimos el mundo y a los demás (hostil, amenazante, con desconfianza). Como decía Ramón y Cajal, premio Nobel de medicina, “Somos escultores de nuestro propio cerebro”.
Una persona que observa desde afuera a un grupo de personas meditando se podría preguntar: ¿Pero qué es esto de mindlfulness? Con su calidez y cercanía, decía Jon Kabat-Zinn en una de sus conferencias: ¿Qué es este “jaleo acerca de hacer nada” (haciendo alusión a la obra de Shakespeare “Much a do about nothing” o, como se traduce, “mucho ruido y pocas nueces”)?.
Esta persona podría pensar como puede este estar quieto y calmo, este “no hacer nada”, tener un efecto en nuestras vidas. Especialmente en la cultura en la que vivimos, en la que se valora el “no parar “, el “hacer más y más”, “consumir más y más”. Esta cualidad nos está diciendo detente, toma un pausa, observa y siente tu cuerpo, respira, observa tu mente, observa tu corazón…No tienes que hacer nada más, solo estar, en el momento presente, sin dejarte arrastrar por los pensamientos, juicios y preocupaciones, morando en el “aquí y ahora”. En realidad, esta multifacética cualidad nos invita más al terreno del ser o estar, pero no a cualquier ser o estar, sino al bien-estar. Nos lleva de la insatisfacción y la avidez de experiencias a encontrar la plenitud y riqueza que nos ofrece cada momento de la vida en el momento presente.
Foto: Reunión de Jon Kabat-zinn con la Asociación MyC (derecha a izquierda: G. Dieux, A. Moñivas, J. Soler, M. Demarzo, F. Torrijos, J. Kabat-zinn, J. García Campayo, A. Cebolla, F. Rodriguez y Dharmakirti Zuazquita)
Tal vez creas, decía Jon Kabat-Zinn, que practicando mindfulness te convertirás en alguien como el Dalai Lama, un gurú, en un maestro, en un místico, pero en realidad el propósito de esta práctica milenaria no es convertirte en otro. El propósito es que te conviertas en ti mismo, que te conozcas y conectes profundamente con tu propio ser y con tu enorme poder de transformación y de libertad que procede de este, que te conviertas en lo mejor de ti mismo.
Jon Kabat-Zinn, explicaba de qué forma a través de los programas mindfulness de ocho semanas como MBSR o MBPM, se intenta trabajar en un tipo de “medicina participativa” en la que el médico hace su trabajo, pero al mismo tiempo se intenta aprovechar al máximo los recursos profundos internos de cada paciente a través de su propia participación en el proceso de sanación, y de la movilización de esas capacidades internas, para así lograr una mejor respuesta bajo condiciones estresantes.
Es importante recalcar la importancia de una formación y supervisión adecuada para poder aplicar estos programas. Jon Kabat-Zinn recuerda que en gran medida, el éxito de los mismos tiene que ver con el grado en el que el profesor de mindfulness encarna aquello que está comunicando, su integridad ética y compasión, y que no se trata de aplicar una técnica mas.
En varios momentos de sus conferencias y reuniones en España, Jon Kabat-Zinn expresaba que ve el interés actual en mindfulness y en sus aplicaciones como indicio de la emergencia multidimensional de una transformación y de una gran promesa liberadora, la cual, si se cuida y se atiende, puede dar lugar a un florecimiento en este planeta, a escala global, para el beneficio de todos los seres y de nuestro planeta.
Dharmakirti Zuazquita, Junio 2016
Articulo escrito para la revista "Tú mismo"
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